El ministro de Justicia remarcó que "nunca es bueno" para un país que una ex mandataria quede presa. Cree que en el caso Báez "todavía hay tela para cortar".
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, reclamó “prudencia y no sobreactuar” en torno a las causas judiciales que atraviesa la ex presidenta Cristina Fernández y remarcó que “nunca es bueno” para un país que una ex mandataria quede presa.
El funcionario también opinó que en un futuro pueden aparecer nuevos casos de arrepentidos que aporten información en supuestas causas de corrupción contra el kirchnerismo, como lo hizo el operador financiero Leonardo Fariña.
Además, consideró que la investigación en torno al empresario kirchnerista Lázaro Báez todavía “no” llegó a su techo y que “todavía hay tela para cortar”.
Ante la consulta de cómo evalúa el Gobierno si los problemas judiciales de la ex presidenta puedan eventualmente llevarla a quedar detenida, si es bueno o malo para la Argentina, respondió que “eso nunca es bueno” y agregó que su sensación es “que con estas cosas hay que ser muy prudentes y no sobreactuar”.
En una entrevista al diario Perfil, advirtió que “hay hechos que nos irritan; sobre todo en estos momentos tan duros para el país cuando se están pagando los costos de la fiesta”, pero remarcó que “eso no justifica avanzar de modos alocados o políticos ni sobre la ex presidenta ni sobre ninguna persona”.
“En esto es muy importante ser solventes con las pruebas y con los procesos, y rápidamente elevarlos a juicio oral”, sentenció el funcionario, quien insistió en que “tampoco las sobreutilicemos porque lo pide una mayoría circunstancial”.
En este sentido, señaló que “el buen juez es aquel que tiene equilibrio para resolver sin presiones, ni de la opinión pública, ni del gobierno de turno, ni de una empresa”, por lo que concluyó que “si la ex presidenta cometió delitos, tendrá que ser juzgada y condenada, y eventualmente en ese momento tendrá que cumplir la pena que le impongan, pero no hay que apresurar reacciones”.
Ante la pregunta sobre si no hay oportunismo político en los jueces que antes dormían causas y ahora las aceleran, respondió que “el desafío es ver si estamos frente a una reacción o un cambio” y añadió que “toda la Justicia necesita hacer un cambio profundo”.
“En el caso del fuero federal y de los casos de corrupción, la sociedad necesita que sean elevados a juicio”, explicó y manifestó que, como lo hizo el juez Norberto Oyarbide, otros jueces deben dar un paso al costado.
Al respecto, remarcó que cuando se piden cambios en la Justicia “se piensa que uno solo habla de los 12 jueces de Comodoro Py, pero eso es sólo una parte del problema”.
Consultado por la polémica que generó la difusión de los Panamá Papers, cuestionó que “venimos de un momento en que se denuncia todo” y señaló que “tenemos que ser más razonables”.
“No se van a tolerar hechos de corrupción dentro del Gobierno. Hay mucha hipocresía y los Panamá Papers le vinieron bien a un sector de la oposición. Se ve que era un mecanismo muy utilizado por empresas y personas para hacer un montón de actividades”, sentenció Garavano, quien sin embargo aseguró que “si hubo actividades ilícitas, el responsable deberá rendir cuentas”.
En cuanto a los pliegos de Horacio Rosatti y Carlos Fernando Rosenkrantz, los candidatos que propuso el Gobierno para cubrir las vacantes en la Corte Suprema, apuntó que “están en el Senado y estamos próximos a que los senadores les den acuerdo en los próximos treinta días”.
Sobre la posibilidad de que el Gobierno proponga más nombres para cubrir los puestos o negocie otros candidatos con la oposición, Garavano enfatizó que “no hay negociación de nombre a cambio de nombre, o de ampliación de la Corte Suprema: esas dos negociaciones de toma y daca están descartadas”.
En tanto, sostuvo que si pasa el tiempo y el Congreso no avanza en el tratamiento de los pliegos, “el Gobierno lo exhibirá ante la opinión pública”, al asegurar que “es más irregular que se siga como hasta ahora, convocando a conjueces, que Rosatti y Rosenkrantz asuman nombrados en comisión”.